Cuando los niños son pequeños debemos vigilar siempre su alimentación, sus juegos, su higiene, su seguridad, que cumpla con sus deberes, pero a medida que van creciendo se van creando hábitos. En esta nota quiero hablar del buen hábito de obedecer, es decir que si le damos una orden al niño él pueda cumplirla a la primera
He observado con gran preocupación madres desgastadas que mandan a sus hijos por ejemplo a bañarse por lo menos unas diez veces y aun así el niño no se va a bañar, pues les tengo que decir que no es culpa del niño, él siempre va a hacer lo que se le han enseñado, y por eso siempre recomiendo enseñar a los niños desde pequeños que cuando se le mande a hacer algo no debe pasar de dos veces.
Es decir si usted manda a su niño a bañarse él debe saber que debe ir a bañarse en ese momento, y que si en ese momento está ocupado en algo y se le olvidó la orden, pues debe estar claro que al segundo llamado debe dejar lo que esté haciendo y cumplir con lo que se le está mandando, pero esto no se logra con solo mandarlo, se logra hablando y hablando a tiempo.
Debe siempre conversar con el niño, decirle: hijo te voy a mandar a bañar una sola vez y tu como niño inteligente y responsable debes cumplirlo porque estamos aprendiendo siempre hablando en plural ESTAMOS, en la medida en que el niño haga caso creará el hábito y ya no será necesario mandarlo a bañar, sino que el por si solo buscará bañarse a la hora que habitualmente lo hace, porque toda conducta que se repite se aprende y si siempre se baña a una misma hora él lo hará por hábito y no por mandato u obligación.
